Hoy, por quinto año consecutivo, nuestro país participará de la campaña mundial La Hora del Planeta, que consiste en el acto simbólico de apagar las luces por 60 minutos como señal de que la humanidad está actuando en defensa del medioambiente con medidas urgentes contra el cambio climático por parte de los Estados, las entidades privadas y los ciudadanos del mundo sin excepciones.
Desde que comenzó esta campaña en 2007, en la ciudad de Sídney, Australia, por iniciativa de la World Wide Fund for Nature (WWF), Fundación Mundial por la Naturaleza, cada vez son más los gobiernos, consorcios empresariales y organismos ambientalistas que se han unido a esta cruzada.
Se trata de que los habitantes del planeta tomen conciencia de que ha llegado el momento en que se deben adoptar acciones concretas y acuerdos vinculantes, de obligatorio cumplimiento, para enfrentar los graves problemas derivados de la contaminación y el calentamiento global.
Hoy, a las 20:30 horas (hora local de cada ciudad), los organizadores les piden a individuos, empresas, autoridades y organizaciones alrededor del mundo que apaguen sus luces durante una hora.
En nuestro país, representantes gubernamentales, así como instituciones privadas, se han pronunciado a favor de la iniciativa. Importantes empresas industriales y comerciales también respaldan dicho acto simbólico.
La participación en esta campaña se ha ido multiplicando en cada año. En 2007, más de 2.2 millones de personas en Sídney apagaron sus luces por primera vez.
En 2010 fueron 1,800 millones de ciudadanos que se aunaron al movimiento. En 2012 se rompieron todos los récords, lo mismo se espera que se produzca en esta fecha.
Este y otros movimientos oficiales y no gubernamentales que defienden el medioambiente, con el respaldo permanente de Naciones Unidas, coinciden con las políticas ambientales que impulsa el gobierno del presidente de la República, Ollanta Humala Tasso.
Entre las prioridades en las que se viene trabajando figura el cuidado y preservación del agua, la protección de las cabeceras de cuenca y los glaciares, el desarrollo de una minería extractiva con alta responsabilidad social, descontaminación de los ríos, protección de los bosques, lucha contra la tala ilegal, aplicación de la consulta previa a las comunidades campesinas y nativas, entre otras políticas.
Cuando se trata de promover proyectos extractivos se da primera importancia al diálogo con las poblaciones involucradas con la finalidad de garantizar la protección ambiental, el desarrollo local y regional, y la conservación de los espacios necesarios para la agricultura y la ganadería.
Uno de los instrumentos más eficaces en este campo lo constituye el funcionamiento de mesas de trabajo, donde participan el Estado, con representación multisectorial, las comunidades que ocupan las zonas de explotación y las empresas inversionistas.
Estas últimas son bienvenidas y cuentan con seguridad jurídica y estabilidad financiera para sus actividades, pero, a su vez, se comprometen a utilizar alta tecnología para reducir el impacto ambiental y aportar en el financiamiento de obras de desarrollo de los pueblos circundantes, generando además puestos de empleo para la población local.
"Son prioridades del Gobierno el cuidado y preservación del agua, el desarrollo de una minería extractiva con alta responsabilidad social, descontaminación de los ríos, protección de los bosques, lucha contra la tala ilegal, aplicación de la consulta previa, entre otras políticas."
FUENTE: DIARIO EL PERUANO.
